alejandro del cerro
tenor
Alejandro del Cerro, uno de los tenores más prometedores del país, acaba de marcar un hito en su carrera profesional al debutar en la prestigiosa Opernhaus de Zúrich, interpretando el papel de Lord Cecil de Roberto Devereux.
Nacido en Santander, inicia sus estudios de piano y canto en el conservatorio de esa ciudad, para posteriormente trasladarse a Madrid donde se licencia con las máximas calificaciones en la Escuela Superior de Canto, siendo merecedor del Premio Especial de Fin de Carrera. Consigue una beca de la Fundación Marcelino Botín para proseguir sus estudios musicales, perfeccionando su técnica con maestros como Roberto Scandiuzzi, Teresa Berganza, Montserrat Obeso, Carlos Chausson, Dolora Zajik y Juan Lomba, entre otros.
Premiado en diversos certámenes, debuta en los escenarios con la zarzuela Katiuska de Sorozábal, en el papel del príncipe Sergio. A partir de ese momento, su carrera artística sigue una línea ascendente, incorporando a su repertorio óperas y zarzuelas como Gianni Schicchi,
La viuda alegre, Don Gil de Alcalá, Lucia di Lammermoor (Arturo) en Pamplona, su debut en el Teatro de la Zarzuela en La Tempranica,
La leyenda del beso, El huésped del Sevillano y de nuevo Katiuska (Las Palmas de Gran Canaria), Macbeth (Malcolm) en Córdoba y su debut en el Teatro Real en la ópera I vespri siciliani, a la que siguieron nuevas colaboraciones en Parsifal, La Favorita, Lucia di Lammemoor y Siberia de Giordano.
Tras debutar el rol de Cassio de Otello en el Teatro Calderón de Valladolid, asume importantes papeles protagónicos como Lensky de Eugene Onegin (Zommeropera, Bélgica) y Fausto (Oviedo y Dorset Festival en UK), así como de Marina, La tabernera del puerto, Luisa Fernanda, Los gavilanes, Entre Sevilla y Triana y Tabaré (Teatro de la Zarzuela), Cecila Valdés (Teatro Colón de Bogotá) y Edgardo de Lucia di Lammermoor (Oviedo), entre otros.
Durante estos últimos años Alejandro del Cerro afianza su carrera profesional con su debut en el Liceu de Barcelona en el rol de Nearco de Poliuto, al que sigue su interpretación del papel de Cardona de Doña Francisquita en el mismo escenario y, muy especialmente, su primer papel protagonista en el Teatro Real en Viva la mamma de Donizetti.
Entre sus actuaciones más recientes cabe destacar su interpretación de Laërte de Hamlet en Oviedo, el rol de Narraboth de Salome en el Auditorio de Madrid, junto a la OCNE dirigida por su titular David Afkham, la ópera de Rufus Wainwright Hadrian en el Teatro Real, título que repite posteriormente en el Festival de Peralada, su debut en el Teatro de la Maestranza en Roberto Devereux, su regreso al Real con Tristan und Isolde y a la Zarzuela en la reposición de Luisa Fernanda.
Por lo que respecta a su repertorio sinfónico, por citar algunas obras, interpreta la Novena Sinfonía de Beethoven, Stabat Mater de Rossini en la Fundación March de Madrid y el Messiah de Haendel en el Auditorio de Barcelona con la OBC. Recientemente incorpora a su lista el Requiem de Verdi junto a la Orquesta de Córdoba y en breve debutará La canción de la tierra de Malher con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León en Segovia y Zamora, obra que repite con la Joven Orquesta de Andalucía en Sevilla y Jerez.
En breve debutará en la temporada operística de Bilbao con Roméo et Juliette y cantará por primera vez los papeles de Alfredo de La Traviata en Oviedo, y Fernando de Doña Francisquita en Córdoba y el Teatro de la Zarzuela.
Nacido en Santander, inicia sus estudios de piano y canto en el conservatorio de esa ciudad, para posteriormente trasladarse a Madrid donde se licencia con las máximas calificaciones en la Escuela Superior de Canto, siendo merecedor del Premio Especial de Fin de Carrera. Consigue una beca de la Fundación Marcelino Botín para proseguir sus estudios musicales, perfeccionando su técnica con maestros como Roberto Scandiuzzi, Teresa Berganza, Montserrat Obeso, Carlos Chausson, Dolora Zajik y Juan Lomba, entre otros.
Premiado en diversos certámenes, debuta en los escenarios con la zarzuela Katiuska de Sorozábal, en el papel del príncipe Sergio. A partir de ese momento, su carrera artística sigue una línea ascendente, incorporando a su repertorio óperas y zarzuelas como Gianni Schicchi,
La viuda alegre, Don Gil de Alcalá, Lucia di Lammermoor (Arturo) en Pamplona, su debut en el Teatro de la Zarzuela en La Tempranica,
La leyenda del beso, El huésped del Sevillano y de nuevo Katiuska (Las Palmas de Gran Canaria), Macbeth (Malcolm) en Córdoba y su debut en el Teatro Real en la ópera I vespri siciliani, a la que siguieron nuevas colaboraciones en Parsifal, La Favorita, Lucia di Lammemoor y Siberia de Giordano.
Tras debutar el rol de Cassio de Otello en el Teatro Calderón de Valladolid, asume importantes papeles protagónicos como Lensky de Eugene Onegin (Zommeropera, Bélgica) y Fausto (Oviedo y Dorset Festival en UK), así como de Marina, La tabernera del puerto, Luisa Fernanda, Los gavilanes, Entre Sevilla y Triana y Tabaré (Teatro de la Zarzuela), Cecila Valdés (Teatro Colón de Bogotá) y Edgardo de Lucia di Lammermoor (Oviedo), entre otros.
Durante estos últimos años Alejandro del Cerro afianza su carrera profesional con su debut en el Liceu de Barcelona en el rol de Nearco de Poliuto, al que sigue su interpretación del papel de Cardona de Doña Francisquita en el mismo escenario y, muy especialmente, su primer papel protagonista en el Teatro Real en Viva la mamma de Donizetti.
Entre sus actuaciones más recientes cabe destacar su interpretación de Laërte de Hamlet en Oviedo, el rol de Narraboth de Salome en el Auditorio de Madrid, junto a la OCNE dirigida por su titular David Afkham, la ópera de Rufus Wainwright Hadrian en el Teatro Real, título que repite posteriormente en el Festival de Peralada, su debut en el Teatro de la Maestranza en Roberto Devereux, su regreso al Real con Tristan und Isolde y a la Zarzuela en la reposición de Luisa Fernanda.
Por lo que respecta a su repertorio sinfónico, por citar algunas obras, interpreta la Novena Sinfonía de Beethoven, Stabat Mater de Rossini en la Fundación March de Madrid y el Messiah de Haendel en el Auditorio de Barcelona con la OBC. Recientemente incorpora a su lista el Requiem de Verdi junto a la Orquesta de Córdoba y en breve debutará La canción de la tierra de Malher con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León en Segovia y Zamora, obra que repite con la Joven Orquesta de Andalucía en Sevilla y Jerez.
En breve debutará en la temporada operística de Bilbao con Roméo et Juliette y cantará por primera vez los papeles de Alfredo de La Traviata en Oviedo, y Fernando de Doña Francisquita en Córdoba y el Teatro de la Zarzuela.
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